El amor es la culminación de la amistad. Por tanto, sin él jamás podrá existir la auténtica amistad.
El hombre como ser racional y comunicativo que es, necesita para realizarse personal e interiormente la amistad de sus congéneres y, por ello, se pasa toda su vida buscando ese gran tesoro. Dicha búsqueda es factible, pero lo más difícil es el hallazgo y, por consiguiente, el mantenimiento de la valiosa amistad.

Amistad no es sólo salir a divertirse y copear juntos hasta altas horas de la madrugada, ni tan siquiera hablar de asuntos triviales, porque la amistad es mucho más que todo eso.
¡Qué gran equivocación la de ciertas personas, las cuales osan llamar amigos a los compañeros de borracheras o de diversión!
Pienso que deberíamos aprender a diferenciar amistad de compañía, ya que este es el primer paso que hemos de dar para caminar hacia la búsqueda de la amistad. Posteriormente hemos de poner mucho de nuestra parte para encontrar esa valiosa joya. Es decir, hemos de tomar una actitud plenamente positiva hacia los demás e intentar descubrir la cara oculta de cuantos nos rodean; y no pretender juzgar a los otros basándonos solamente en lo externo o visible porque, como es obvio, todo ser humano lleva en su interior algún don y varias cualidades que quizás algunos no hayan descubierto aún.

Será a través de la amistad como conseguiremos hacer salir a la luz todas esas maravillas que existen en nuestro interior. Por eso, si alguien que se haya cruzado en tu camino, o que tal vez se cruce en lo sucesivo, está en esa difícil situación de lucha y descubrimiento de sí mismo, ayúdale a hallar su propio sendero. Con ello estarás comprobando y saboreando el verdadero significado de la palabra amistad.
En conclusión, la amistad se podría comparar a un inmenso mar cargado de amor, alegría, ayuda, ternura, paciencia y comprensión. |