MARIÉN DEL VALLE - El golpe de suerte

Ampliado Baños salió de la clínica psiquiátrica "La Esperanza" con más energía que nunca. Hasta entonces, sólo había destacado por su debilidad mental y por toda una amalgama de parquedad, malhumor y despotismo. Quienes le conocieron cuando aún no había atravesado la puerta del infierno donde casi todos los diablillos se abrasaban a base de Modecate y demás sustancias capaces de apaciguar a un elefante, se quedaron pasmados al toparse con un Ampliado dicharachero por el que no pasaban los años. Además, no les quedó más remedio que rabiar al ver como se llevaba de calle a las chicas más atractivas de "Cero de Be", la discoteca más molona de La Felguera en los años ochenta.

La Felguera fue una fiesta cuando se supo que el gordo de la lotería había caído en una administración de las afueras. En los corrillos no había otra cosa de qué hablar: dos mil millones darían mucho jugo. El cuento de la lechera pasaba de boca en boca entre quienes rara vez jugaban. El Ayuntamiento se engalanó hasta el torreón para recibir a los banqueros que acudirían en busca de los nuevos ricos. Algunas personas corrieron a sus casas a por el posible décimo premiado, pero todo fue en vano: el número once mil ciento once había sido rechazado por todos los felguerinos, excepto por uno, quien, movido por su intuición, había decidido comprar el billete completo.

Ampliado Baños se convirtió en millonario de la noche a la mañana, teniendo la oportunidad de codearse con banqueros y demás ralea de alto rango. La mayoría de los millones los invirtió en acciones, destinando el resto a obras sociales relacionadas con disminuidos de toda condición.

Cada vez que Ampliado Baños pasea por las calles de La Felguera, sus conciudadanos suelen agachar la cabeza como queriendo demostrarle, algunos la vergüenza y otros la admiración, por esa cordura que le hace superior.